Girasoles al Sol

Viejo pintor que eres el único capaz de pintar mi cabello húmedo cayendo sobre mis hombros. Viejo pintor, pero no eres el único en imaginar, pues más lejos que tu y que yo existe alguien que imagina mil imágenes que no se atreve a plasmar.

Viejo pintor, nosotros tres somos iguales; él imagina tus pinturas, tú las pintas, yo imagino mil historias, vosotros las creáis.

Vidas tristes, vidas grises. Inocencia, experiencia y miedo.

Y allí estaba ella

Y allí estaba ella. Sonrisa radiante, ojos brillantes, vestido negro pero vestida con nervios.

Y allí estaba ella, en su habitación. Esperando con una copa de champagne francés entre sus manos, de fondo un vinilo de Benny Goodman llenando la sala.

Y allí estaba ella. De mirada tierna y dura, escondiendo tantas historias queriendo ser contadas. Historias de amor y desamor, historias de felicidad y de tristeza, que no tenían que ser correspondidas unas con otras; otras en cambio sí.

Y allí estaba ella, mirándome directamente a los ojos suplicándome que la besara o me marchara. Que esa noche, si yo quería, ella sería solo mía; olvidando los recuerdos y un poco de ella.

Y allí estaba ella, llenando mis pensamientos.

Mil y una formas de decir que no me dejes

-Dicen que si le cuentas tú sueño a alguien este nunca se cumple.

-El otro día soñé que te marchabas y me dejabas.

Diga su mensaje después de la señal

Dicen que olvidas definitivamente a una persona cuando ya no recuerdas su número de teléfono. ¿Y cuando nunca llegaste a aprendértelo? ¿Puedes decir que has olvidado algo que nunca has sabido?

Afortunadamente me aprendí tu número de teléfono y anoche comprobé que sólo recordaba el primer número.

(En cuanto a ti... Nunca empecé a aprenderte porque así nunca podré olvidarte.)